VIRTUDES PEDAGÓGICAS DEL DEBATE


Son muchas las virtudes pedagógicas del debate: aprender a construir argumentos, potenciar la empatía para situarse en el punto de vista del otro, saber detectar las falacias (o falsos razonamientos), potenciar el equilibrio personal manteniendo el control y superando la presión social, desarrollar una personalidad asertiva, ni pasiva ni agresiva, formar nuestro propio criterio, potenciar nuestro sentido crítico, ampliar nuestra capacidad dialéctica e intelectual, aprender a investigar y a informarnos, aprender a reflexionar sobre un tema, enriquecer nuestra capacidad de persuasión, nuestra expresión oral... y muchas otras derivadas de estas que todo alumno debe tener la oportunidad de adquirir.